El drible es una de las habilidades más importantes en el básquet. Permite moverse con libertad, crear espacios y mantener el control del juego. Sin embargo, dominarlo no es cuestión de fuerza ni velocidad, sino de técnica, ritmo y conciencia corporal. Muchos jugadores, sobre todo en etapas de formación, repiten ciertos errores que limitan su progreso y afectan su desempeño en la cancha.
A continuación, se detallan los más comunes y cómo corregirlos paso a paso.
🔹 1. Mirar constantemente hacia abajo
Uno de los errores más frecuentes es mirar la pelota mientras se bota. Aunque al principio parezca necesario para tener control, se convierte en un mal hábito que impide leer la jugada, observar a los compañeros o anticipar al defensor.
Cómo corregirlo:
Practicar el drible sin mirar la pelota. Al principio se puede hacer frente a una pared o espejo para mantener la vista fija al frente. También es útil entrenar con dos pelotas, ya que obliga a confiar más en el tacto que en la vista. El objetivo es desarrollar una conexión natural entre la mano y el balón.
🔹 2. Botar demasiado alto
Cuando el balón rebota por encima de la cintura, se pierde control y se da tiempo al defensor para interceptarlo. Un drible alto también reduce la velocidad de reacción ante un cambio de dirección.
Cómo corregirlo:
Mantener el bote a la altura de la cadera o por debajo, dependiendo de la situación del juego. En defensa cercana o presión, conviene un drible bajo y controlado; en espacios abiertos, uno más alto y relajado. La clave está en adaptar la altura del bote al contexto, no repetir siempre el mismo ritmo.
🔹 3. Usar solo la mano dominante
Muchos jugadores se sienten cómodos botando solo con su mano fuerte. Esto limita las opciones ofensivas, facilita la lectura de movimientos por parte del rival y hace predecible cada acción.
Cómo corregirlo:
Incluir ejercicios de drible con la mano débil en cada entrenamiento. Puede comenzar con desplazamientos lentos, luego incorporar cambios de dirección, velocidad y ritmo. El objetivo no es solo “poder botar con la otra mano”, sino hacerlo con seguridad y naturalidad en cualquier situación.
🔹 4. Tener una postura rígida o demasiado erguida
Una posición alta del cuerpo dificulta el equilibrio, el control del balón y la reacción defensiva. Además, hace más probable que el jugador pierda el balón en contacto físico o pierda estabilidad al frenar o girar.
Cómo corregirlo:
Mantener las rodillas flexionadas, el cuerpo inclinado levemente hacia adelante y el centro de gravedad bajo. El peso debe estar distribuido entre ambos pies, listos para moverse en cualquier dirección. La postura ideal es activa y relajada, no forzada.
🔹 5. Botar sin propósito
Otro error común es botar por costumbre, sin intención. Esto genera pérdidas de tiempo, errores de ritmo y jugadas poco efectivas. Cada bote debe tener una razón: avanzar, crear espacio, atraer una marca o preparar un pase o tiro.
Cómo corregirlo:
Entrenar con objetivos específicos. Por ejemplo, simular un defensor y decidir cuándo y cómo usar el drible. Practicar con situaciones reales ayuda a entender que botar no es solo “mantener el balón en movimiento”, sino usarlo con inteligencia.
🔹 6. No acompañar el bote con el cuerpo
Algunos jugadores separan el drible del movimiento corporal, como si el balón fuera un elemento ajeno. Esto genera falta de ritmo, pérdida de equilibrio y movimientos poco fluidos.
Cómo corregirlo:
Integrar el drible con los desplazamientos del cuerpo. Practicar cambios de ritmo, de dirección y de altura mientras se bota. El balón debe moverse al compás del cuerpo, no de forma independiente. Cuanto más natural sea esa sincronía, más efectivo será el juego.
🏁 Conclusión
Botar bien la pelota no depende solo de la fuerza o la velocidad, sino de la técnica, la postura y la confianza. Corregir estos errores lleva tiempo, pero el progreso se nota rápidamente cuando se entrena con atención y propósito. El drible es la base del control y la creatividad en el básquet: cuanto más sólido sea, más libertad tendrá el jugador para decidir, improvisar y disfrutar el juego.
